Todos los días los ciclistas de la ciudad de Nueva York se exponen involuntariamente al peligro de sufrir accidentes por golpes contra puertas de carros.
Si alguna vez usted ha vivido la experiencia de andar en bicicleta por la ciudad, es probable que haya tenido que lidiar con el miedo de que un conductor abra la puerta de su coche de manera repentina. A la embestida de la puerta de un carro contra un ciclista o motorista se la denomina “dooring”. Aunque en algunos casos se puede frenar y evitar colisionar, la realidad es que la mayoría de las veces esto ocurre en cuestión de segundos. Por eso, en muchos casos se hace imposible sortear el impacto contra la puerta. Incluso, en las peores circunstancias, puede salir despedido hacia el medio de la calle aumentando los riesgos de resultar herido de forma mucho más grave.
¿Por qué ocurren estos accidentes?
Las sendas para bicicletas no están presentes en todas las calles, provocando que los ciclistas se desplacen lo más hacia la derecha que pueden, evitando entrometerse en el camino de los autos. Esto genera que los ciclistas manejen muy cercanos a las puertas de los vehículos que se encuentran estacionados o detenidos al lado de las veredas. Basta con que el conductor del vehículo o un pasajero abra la puerta para que el accidente ocurra.
Prevención
A pesar de que no se puede hacer nada para estar 100% a salvo de ser víctima de estos accidentes, existen precauciones que reducirán las probabilidades de que ocurran. Lo ideal sería poder mantener una distancia de cinco pies o un metro y medio de las puertas de vehículos estacionados. Sin embargo, en caso de que esto no resulte posible, puede ayudar:
- Reducir la velocidad al acercarse al vehículo detenido y fijar la atención a los movimientos de la persona dentro del vehículo. Así se puede llegar a prever cuando el ocupante del auto se dispone a salir.
- Ocupar el carril de los autos en caso en que no haya bicisenda ni mucho tránsito. Esto le permitirá no tener que preocuparse por un automovilista que abra la puerta sin checar.
A los ocupantes de vehículos se les recomienda checar los espejos retrovisores antes de abrir la puerta, y abrirla con la mano más alejada, obligándose a rotar el cuerpo.
Excepciones a la regla de conducir en la bicisenda
Si existen bicisendas, los ciclistas deben usarlas. Caso contrario, pueden recibir una multa (enlace en inglés).
Sólo pueden abandonar las bicisendas para evadir condiciones de peligro que se encuentren dentro de las mismas como vehículos, bicicletas, peatones u objetos.
En caso de que usted haya resultado herido por una imprudencia de este tipo, recuerde que la ley lo ampara para recibir la compensación correspondiente según lo establece la sección 1214 de la Ley de Tráfico y Vehículos (enlace en inglés). Nadie debe abrir la puerta de su vehículo sino hasta que se cerciore que al hacerlo no interfiera con el tránsito.