Nueva York no sería lo mismo sin sus icónicos taxis amarillos, de los cuales hay más de 13 mil en las calles de acuerdo con la Comisión de Taxis y Limosinas. Aunque los taxis son eficientes para ir de un lugar a otro en la gran manzana, siempre existe el riesgo de que los pasajeros experimenten un choque. Si este fue su caso, usted tiene el derecho a pedirle a la aseguradora del conductor de taxi que le compense por sus gastos. Y si su seguro no es suficiente, y el otro conductor tuvo la culpa, puede hacer un reclamo legal contra el otro conductor en la corte.
Un estado “sin culpa”
Todas las personas necesitan tener un seguro de auto para conducir en Nueva York, y las aseguradoras deben compensar a sus clientes por sus daños sin importar quién tuvo la culpa del accidente. Esto significa que en un accidente de taxi, la compañía del taxi le pagaría por sus gastos médicos, salarios perdidos y dolor y sufrimiento aunque el taxista no haya tenido la culpa del accidente. Sin embargo, hay ocasiones en donde esta cobertura no es suficiente. Si este fue su caso, usted como pasajero puede presentar una demanda en contra del otro conductor si él fue el que causó el accidente.
Cuando una demanda es posible
Usted puede presentar una demanda contra el otro conductor siempre y cuando sus lesiones sean severas y el tratamiento que requiera sea muy costoso para que el seguro de la compañía del taxi lo cubra en su totalidad. Para esto, es necesario probar que el otro conductor causó el accidente por hacer algo negligente, como desobedecer las leyes de tránsito o conducir intoxicado. Asimismo, es importante que sepa que este tipo de reclamos legales en Nueva York se deben hacer no más de 3 años después del accidente.
El derecho de los pasajeros
Usted como pasajero merece recibir compensación por parte de la compañía del camión. Sin embargo, puede presentar un reclamo legal contra un tercer si él fue el que causó el accidente y los daños de su error fueron significativos. Usted no tiene por qué pagar por los errores de otros, y puede luchar por su debida compensación en la corte.