Un techo colapsado es, sin duda, un evento altamente peligroso que podría llevar al afectado a sufrir de lesiones graves y a tener que cubrir gastos tan elevados como inesperados, y posiblemente permanecer con secuelas de por vida. Desafortunadamente, un accidente así también puede llevar al deceso de la víctima. Cuando una persona se enfrenta a un incidente como éste, puede que haya algunos culpables que deban pagar una indemnización.
Debido a las múltiples variantes que pudieron llevar al colapso de un techo, cada caso es único y debe ser estudiado a detalle. A continuación, exploramos algunos posibles escenarios sobre quién puede ser la persona o entidad responsable de un accidente de esta naturaleza y qué se puede esperar:
El propietario o administrador de la propiedad
En el caso de que una persona estuviera rentando la propiedad en la que colapsó el techo, es probable que el administrador de la propiedad o el dueño en sí sean quien deba absorber la responsabilidad. De conformidad con el Título 27 relativo a construcción y mantenimiento, subcapítulo 1, §[C26-105.2] 27-128 (enlace en inglés), establece que es la responsabilidad del dueño del inmueble dar el mantenimiento necesario y así garantizar su seguridad.
Las personas o entidades a cargo de la construcción
El Gobierno de Nueva York establece reglas claras sobre las aprobaciones necesarias (enlace en inglés) al momento de construir un edificio, en la cual se evalúa desde el diseño de la construcción hasta los materiales utilizados y el trabajo de construcción en sí. Si en algún momento se considerara relevante o necesario descartar que la calidad y estado de la construcción fueron los que llevaron a dicho accidente, valdría la pena entonces verificar el expediente correspondiente y analizar si se cumplió con la normativa correspondiente.
Después de un accidente, ¿cómo se comprueban los daños?
Probar los daños, y posteriormente adjudicar dichos a la parte que los causó por negligencia u omisiones, requiere de la intervención de peritos o especialistas en construcciones y de un estudio a detalle de los hechos antes y después del accidente, por nombrar algunos factores y roles a considerar.
Por ejemplo, si usted notificó a su arrendador que el techo tenía manchas de moho, se escuchaban ruidos raros o había fracturas visibles en el mismo, y el arrendador no tomó cartas en el asunto, esto podría considerarse como una omisión por parte del casero. Un perito entonces determinará, entre otros asuntos, si la causa del colapso fue dicha omisión. Adicional, la opinión de un representante legal podría ayudarle a saber si usted tiene un caso de lesión personal y sus opciones.
Tenemos la creencia enraizada de que el lugar más seguro que tenemos es nuestro hogar. De no ser así, el Estado de Nueva York tiene leyes y códigos de construcción y mantenimiento que, de no ser acatados, pueden traer consecuencias severas para el infractor, y la opinión de profesionales puede marcar una diferencia importante para recuperarse después de un accidente de tal magnitud.