Una bicicleta definitivamente puede ser un medio de transporte más ágil y rápido, sobre todo en una ciudad que tiene vida las 24 horas del día. Sin embargo, ninguna persona está exenta de sufrir un accidente en el camino y en el caso de un ciclista, es muy probable que pueda resultar con lesiones más severas que, por ejemplo, un conductor de auto.
Una lesión o herida severa, sin duda, significa un antes y un después en la vida de la víctima y de sus seres queridos. El futuro inmediato puede parecer confuso y los trámites, simplemente interminables. Con el fin de ofrecer una guía muy general, a continuación, presentamos dos puntos a considerar al momento de navegar a través del después de un accidente en bicicleta.
¿Quién corre con los gastos?
Tal como se establece en la ley de tránsito (enlace en inglés) del Estado de Nueva York, todo automovilista debe contar con un seguro para poder registrar un vehículo automotriz. El Artículo 51 (enlace en inglés) de la ley de seguros del mismo estado elabora más con respecto a la responsabilidad en lesiones personales en su Sección 5103, determinando que las personas que resulten afectadas por el uso del vehículo automotriz también podrían recibir recursos de tal seguro. Dichas personas incluyen, por ejemplo, desde los pasajeros del auto hasta peatones y, por supuesto, a ciclistas.
De lo anterior, se puede decir que la aseguradora del automovilista que causó las lesiones será la encargada de cubrir los gastos por los servicios médicos, que van desde traslado en ambulancia, exámenes para establecer un diagnóstico, cirugía hasta las terapias necesarias, entre otros gastos que sean razonables.
Cuando los gastos por los daños exceden lo establecido
En la sección 5102(a) del mencionado artículo, se establece un límite de $50,000 dólares para cubrir los daños provocados por el accidente, cantidad conocida como “pérdida económica básica”. Sin embargo, si hablamos de lesiones severas, es muy probable que esto resulte insuficiente.
De acuerdo con lo establecido en la sección 5102(d) este mismo artículo, una lesión grave es aquella que:
- Llevó a la desfiguración considerable de una parte del cuerpo
- Provocó la pérdida de un miembro, de un embarazo o una fractura
- Causó que se tuviera que extirpar algún órgano o que dejara de funcionar
- Tiene como consecuencia el funcionamiento deficiente de un órgano o parte del cuerpo
- Resulta en la limitación considerable de la víctima de tal manera que no puede realizar, de manera temporal, las funciones que anteriormente desempeñaba en su día a día
Dentro de la definición de “lesión severa” también se considera el fallecimiento de la persona como resultado del accidente. Una víctima de lesión severa podría ser candidata a recuperar, además de su pérdida económica por concepto de salarios perdidos, gastos médicos, entre otros según aplique, lo que se considera como “gastos no económicos”, tales como dolor y sufrimiento provocado por el accidente y la lesión. Asimismo, existe la posibilidad de presentar una demanda en contra del automovilista que provocó el accidente.
Resulta pues necesario tener en consideración y estudiar cada detalle del accidente y cómo se manejó el caso, el tipo de testimonios y declaraciones proporcionados, además de cuantificar objetivamente los daños, y más. Conocer sus opciones le ayudará a tener más certeza sobre lo que puede esperar después de una lesión grave, excepciones y así buscar proteger sus derechos o los de un ser querido.